El deseo sexual es la guinda del pastel de cualquier relación de pareja. Si la guinda desaparece sigue habiendo pastel, pero no es tan sabroso.
Si notas una disminución de tu libido, tranquilo, es algo completamente normal en algún momento u otro de la vida de una persona. Y de la vida en pareja, especialmente si lleva muchos años juntos.
Pero no está demás que te fijes y prestes atención al problema para tratar de solucionarlo. Por cierto, la libido baja no tiene nada que ver con la disfunción eréctil. Son dos problemas diferentes, puesto que se puede estar con la libido alta sin poder tener una erección. Y, aunque es más raro, se puede tener una erección sin estar excitado.
Falta de deseo sexual en los hombres
La libido baja puede ser causada por un solo factor, pero más a menudo está relacionada con múltiples factores que cada uno contribuye a su manera. Entre algunas de las causas más comunes se encuentran niveles bajos de testosterona, medicamentos, depresión, enfermedades crónicas y estrés.
La disminución de la libido puede desarrollarse tanto debido a condiciones médicas como a problemas psicológicos o emocionales.
Testosterona baja
La testosterona es la hormona sexual más importante en los hombres. Es responsable de las características masculinas típicas, como el vello facial y los músculos corporales. Esta hormona también ayuda a mantener el deseo sexual y la producción de esperma.
Los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo durante la adolescencia y la edad adulta temprana, y disminuyen a medida que envejece, alrededor del 1% al 2% por año a partir de los 30 años.
El tratamiento para paliar los efectos de una testosterona baja consiste en administrar la hormona para llegar a niveles normales de acuerdo con la edad del paciente.
Depresión
La depresión y la libido baja pueden ir de la mano. La depresión no solo puede causar un menor deseo sexual, sino que también puede ser la consecuencia, empeorando una situación difícil. Además, aunque la psicoterapia puede tratar eficazmente la depresión, algunos antidepresivos pueden exacerbar el problema en lugar de mejorarlo.
Si actualmente estás tomando un antidepresivo y experimentas un menor deseo sexual, es posible que puedas hablar con tu médico sobre la posibilidad de reducir la dosis.
Enfermedades crónicas
Los altos niveles de dolor y fatiga causados por algunas enfermedades crónicas pueden afectar a tu deseo sexual. Esto puede ser especialmente cierto para las siguientes enfermedades y afecciones crónicas:
- Artritis
- Cáncer
- Síndrome de fatiga crónica
- Diabetes
- Fibromialgia
- Enfermedades cardíacas
- Insuficiencia renal
Cuando se trata de enfermedades crónicas y pérdida de la función sexual, rara vez existe una línea recta entre la causa y el tratamiento. Por un lado, las enfermedades crónicas se asocian con un mayor riesgo de depresión. Por otro lado, puede interferir directamente con las funciones hormonales, neurológicas o vasculares centrales del impulso sexual masculino.
Además, los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad crónica (como la quimioterapia o los fármacos cardiovasculares) pueden afectar directamente la libido masculina.
Estrés y trastornos del sueño
El estrés desencadena la producción de cortisol, una hormona que funciona como un sistema de alarma integrado en el cuerpo. El cortisol no sólo causa la constricción de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a la disfunción eréctil, sino que también puede causar una caída precipitada de la testosterona.
El estrés también está relacionado con el insomnio y otras anomalías del sueño, que pueden aumentar el cansancio y, por lo tanto, la falta de deseo sexual.
Existe evidencia de que los niveles elevados de cortisol pueden aumentar el riesgo de apnea obstructiva del sueño (AOS), una afección asociada con la reducción de la testosterona diurna entre un 10% y un 15%.
El tratamiento puede incluir técnicas de manejo del estrés y el uso de presión positiva en las vías respiratorias.
Si el estrés está asociado con un trastorno de ansiedad, es posible que se necesites medicamentos. Pero ten cuidado, porque algunos medicamentos contra la ansiedad (como las benzodiazepinas) pueden reducir tu libido aún más.
Hábitos insanos y/o tóxicos
Hay factores de estilo de vida que pueden contribuir significativamente a la disminución de la libido en los hombres. Esta tiende a aumentar más fácilmente cambiando o deteniendo determinados comportamientos tales como consumir alcohol, tabaco y otras drogas o una vida sedentaria acompañada de una mala alimentación.
Cómo aumentar la líbido en una mujer
Para aumentar el deseo sexual en una mujer, primero dicha mujer tiene que saber porque tiene la libido baja. Hay todo tipo de razones por las que el deseo sexual podría decrecer en las mujeres. El embarazo, la lactancia y la menopausia pueden influir en sus hormonas. El estrés, las enfermedades, los medicamentos y los problemas en las relaciones también pueden interferir con el deseo sexual exactamente igual que en los hombres.
Para remediar la falta de deseo sexual en las mujeres hay varias cosas que se pueden hacer.
Lo primero es descartar que se trata de un problema médico, porque de ser así, tendrías que acudir a la ayuda de un profesional. En realidad, incluso para descartar que sea un problema médico es aconsejable acudir a uno.
Lo segundo es tener una buena comunicación con tu pareja. Quizá es hora de empezar a hablar de la rutina y de qué se puede hacer para salir de ella. Hay juegos sexuales muy eficaces a tal efecto, pero si no tienes la confianza para proponerlos a tu pareja, seguramente tienes un problema más grave que la falta de libido.
El problema, por cierto, es recíproco. Si tu pareja no tiene confianza para contarte que tiene fantasías sexuales típicas de las mujeres, le estás quitando la oportunidad de llevarlas a cabo contigo, si es posible.
Cómo aumentar el deseo sexual sin importar tu sexo.
Hasta ahora el artículo ha intentado explicar las claves del deseo sexual de una manera aséptica, científica, por así decirlo.
Ahora vamos a aplicar el sentido común.
1. No te abandones
Si no te arreglas, si no te pones guapo cada día, si descuidas tu higiene, si, en definitiva, de abandonas, tu libido bajará al instante. Estás lanzando señales a tu alrededor – y a ti mismo- de que no estás interesado en tener relaciones. ¿Para qué quieres tu libido entonces?
2. Te tiene que gustar, al menos, físicamente
La atracción física es primordial para que se estimule tu libido. Si aquella no existe, al menos a corto plazo es imposible notar un aumento de tu deseo sexual.
3. Te tiene que estimular intelectualmente, al menos a medio y largo plazo
Una persona que sólo te gusta por su físico te aumentará la líbido un determinado número de veces y luego lo hará decrecer. Es ley de vida.
4. No conviertas el sexo en una obligación
No hay nada menos excitante que hacer algo por obligación. Como echar un polvo que no te apetece. El problema es si nunca te apetece.
A veces, en algunas parejas, el sexo ni siquiera es importante. Cada pareja es un mundo y lo que le va bien a una no le tiene por qué ir bien a otra.
Así que si te quitas de la cabeza el lastre de tener que hacerlo, verás como lo haces más.
5. Prueba remedios naturales -como los alimentos afrodisíacos- antes de acudir a la farmacología
Hay un montón de cosas que puedes hacer para aumentar tu libido, ya seas hombre o mujer, como adoptar una alimentación sana y equilibrada.
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