Llevar mucho tiempo con alguien tiene, sin duda, sus ventajas. Se establece una complicidad de la que pocas relaciones pueden presumir. Pero tiene sus desventajas.
Una de las más perjudiciales, aunque pocas parejas tratan de solucionarlo, es la rutina sexual. Es algo que va sucediendo poco a poco, pero el sexo cada vez se vuelve más predecible y aburrido. ¿Que tal si rompes la dinámica con unos cuantos juegos eróticos?
¿Qué son los juegos sexuales?
Según Wikipedia,
“Se conoce como juego sexual, juego previo o juego preliminar a los preludios del acto sexual. Con estos juegos se desarrolla la excitación de la pareja y la lubricación de los órganos genitales, lo cual facilita el coito. Los juegos sexuales pueden extenderse por unos breves minutos hasta varias horas antes de producirse el acto sexual”.
Nosotros, en este artículo llamamos juegos sexuales -o juegos eróticos- tanto a los previos, como a lo que sucede después.
Tipos de juegos sexuales
Todos estos juegos eróticos están pensados para hacer en pareja pero se podría hacer un trío– por ejemplo- y jugar igual a cada uno de ellos. Solo habría que adaptarlos.
1. Dominación:
Qué necesitas: Imprescindible, esposas o cualquier cosa que sirva para atar las muñecas. Opcional: ropa erótica de cuero o látex, fustas, botas o zapatos de tacón alto.
Cómo jugar: Ata las muñecas de tu compañera o compañero de juego al cabezal de la cama y trátalo mal (recordando que todo es un juego, a ver si lo vas a asustar, al pobre). Háblale sucio y cuéntale todo lo que le vas a hacer tanto si no se porta como es debido.
Por qué es divertido: Porque es una especie de juego de roles que te permite ser quien no eres durante un tiempo. Dominar y ser dominado por tu pareja te puede llevar a encontrar la excitación perdida en los años del matrimonio o de pareja.
2. 69 gastronómico (quiero decir más todavía)
Qué necesitas: Fresas congeladas, nata, helados variados.
Cómo jugar: Haz un 69 con tu pareja y embadurna sus genitales de cualquier helado o crema que te guste. Que ella haga lo propio.
Por qué es divertido: ¿De verdad tengo que explicarlo? Este juego, además de divertido, puede ser un antídoto contra la cierto tipo de educación religiosa que dice que el sexo oral es un pecado asqueroso.
3. El restaurante sexual
Qué necesitas: Consigue todo lo que pedirías si estuvieras en un restaurante. Bebidas, entrantes, primer plato, segundo, postre y una copa especial para terminar.
Cómo jugar: Pon cada cosa en una habitación distinta. Cada habitación sube el nivel sexual del juego. En la primera os tomáis una bebida -suave, como cuando esperas a que te den mesa- y os besáis un poco. Nada de embalarse en esta habitación.
En la segunda habitación tócale por encima de la ropa y quizá desabrocha un botón mientras se come los entrantes. Y así hasta llegar a la última habitación donde se encuentra la copa y el sexo más salvaje de tus últimos años.
Por qué es divertido: Primero porque comer y beber cosas buenas y sabrosas siempre lo es, pero si, además, añades la excitación de un juego sexual en el que siempre estás anticipando lo que vendrá después, la diversión se multiplica.
Además, es perfecto para ver si es verdad eso que dicen de los alimentos afrodisiacos.
4. Relatos Eróticos
Qué necesitas: relatos eróticos en cualquier formato: novela, relato corto, etc. Puedes seleccionar un pasaje que te guste de cualquier novela erótica o leer uno de internet.
Cómo jugar: si es algo que ya has leído explica a tu pareja por qué te gusta. Sino da igual. En ambos casos lee el relato en voz alta, con calma y la entonación adecuada. Si ambos os sentís cómodos y excitados tras la lectura podéis representar lo leído.
Por qué es divertido: Este tipo de juegos eróticos en pareja son un excelente preliminar y además no tienes que pensar nada por ti mismo.
5. Besa mis dulces bombones
Qué necesitas: una caja de pequeños bombones surtidos.
Cómo jugar: Uno de los dos se tumba desnudo en la cama con un número determinado de bombones esparcidos por su cuerpo. La otra persona, también desnuda a excepción de algo que le tape la visión (una corbata, un antifaz), tendrá que encontrarlos a besos.
Por qué es divertido: Porque está demostrado que las parejas estables que se besan apasionadamente con regularidad tienen una vida sexual más feliz y plena. Este juego eleva ese conocimiento al siguiente nivel. Además, cuando hay pasión, todo el cuerpo se convierte en labio. Úsalo.
6. A ver quién llega el último
Que necesitas: Solo a tu pareja.
Cómo jugar: Se trata de ver quién tarda más en llegar al orgasmo. El que pierda, tendrá que hacer algún tipo de tarea. Como un masaje completo, una super cena (y fregar los platos después) o algo así.
Por qué es divertido: Porque se crea una conexión emocional muy poderosa. Es como una versión light del sexo tántrico.
7. Que decidan los dados
Qué necesitas: papel, boli, dos cuencos, dos dados.
Cómo jugar: se trata de escribir diez cosas que te gustaría que te hicieran en pequeños papeles que doblas y metes en tu cuenco. Tu compañera hace lo mismo. Ambos tiráis vuestro dado, el que saque el número más alto saca un papel del bol del compañero o compañero y hace lo que pone en el papel.
Si quiere, obviamente.
Por qué es divertido: porque es una ocasión perfecta para escribir qué quieres que te hagan y para descubrir fantasias sexuales de mujeres o de hombres, dependiendo del género de tu pareja.
8. Scrabble sexual
Qué necesitas: el famoso juego de formas palabras o cualquier imitación del mismo.
Cómo jugar: se trata de componer solamente palabras relacionadas con el sexo. Si alguien compone una palabra que sea una parte de la anatomía, el otro tiene que besarla (o lo que quiera).
Por qué es divertido: conviertes un rey de los juegos de mesa en un juego erótico. No solo es intelectualmente estimulante, sino que permite que la excitación y la interacción física se desarrollen gradualmente lo que lo convierte en uno de los juegos sexuales en pareja más divertidos.
9. El rey y la sirvienta
Qué necesitas: vuestra imaginación.
Cómo jugar: uno de vosotros es miembro de la realeza y el otro es un criado o criada de lo más servicial. El rey o la reina darán órdenes obteniendo exactamente lo que solicita. Es ideal ser muy específico con las órdenes, como “acaricia mis pechos” o “ presiona aquí”.
Por qué es divertido: Es una forma de aprender que nunca vas a obtener lo que quieres exactamente si no lo comunicas.
10. Piedras calientes
Qué necesitas: piedras redondas, planas y suaves, una olla con agua, algunas toallas de mano y aceite de masajes.
Cómo jugar: Envuelve cada piedra en una toalla de mano y colócala dentro de la olla entre media hora y sesenta minutos. Cuando las piedras estén lo suficientemente calientes -ten mucho cuidado- haz que tu pareja se acueste, boca abajo, desnuda y empieza a masajear todo su cuerpo.
Después coloca las piedras a lo largo de la columna y, cuando se hayan enfriado lo suficiente, recorre todo su cuerpo de nuevo con ellas.
Procura ser sensual con las caricias. Si eres agresivo yendo demasiado pronto a los genitales, puedes acortar mucho la diversión.
Por qué es divertido: recibir un masaje no sólo mejora el bienestar individual sino que, además, te acerca emocionalmente a tu pareja.
