Besar es una de esas cosas comunes a casi todas las culturas, como reír o aplaudir. Es un acto de cariño o de lascivia, pero nunca negativo. Y hay decenas de formas de besar en los labios a alguien, todo depende de las circunstancias. Besar bien, me refiero.
No es lo mismo besar a tu novia en la estación antes de que marche su tren que besar a una chavala que acabas de conocer en la discoteca después de que te meta mano en la entrepierna.
Como saber si besas bien
Besar bien es cosa de dos, y pueden pasar muchas cosas. Puede que beses mal. Pero puede que la persona que besa mal sea la otra. Otra posibilidad, nada desdeñable, es que beséis mal los dos.
He visto parejas cuyos besos parecían accidentes ferroviarios.
En general, es cuestión de sentido común. Si la cosa fluye, es que os estáis besando bien. Cuando digo fluye, me refiero a que estéis agusto los dos, no que un beso tenga que ser un mar de saliva. Puede serlo, claro que sí, pero para llegar a ese nivel de beso la excitación tiene que ser máxima. Tenéis que estar en la final de los juegos sexuales, por así decirlo.
Tatúate esto en algún lado: nunca empieces besando con la lengua por delante o parecerá que le estás metiendo un salmonete en la boca. Empieza suave y si la cosa se calienta ya sacarás la lengua a pasear.
Si quieres saber cómo besar bien con lengua, sólo tienes una opción: ponerla lo suficientemente cachonda para que le apetezca ese tipo de beso.
Mucha gente cree que no besa bien y no es tanto su habilidad sino el no haber encontrado a una persona compatible besando.
La mala noticia es que hay tantos tipos de besos, como de personas. La buena es que acabas amoldándote o encontrando a la persona adecuada.
Una vez, en el instituto, salí durante una semana -hasta que me dio por abrir los ojos un segundo antes de besarla- con un chica que abría la boca y sacaba los labios y la lengua hacia fuera antes de besarme, en la maniobra de aproximación. Era muy perturbador.
Otra besaba con los ojos abiertos. Todo el rato. Cuando me di cuenta me pegué un susto importante. Imagina la situación: abro un poco el ojo y como ella está todo el rato con los suyos abiertos, me pilla. Lo cierro enseguida. Al cabo de diez segundos los vuelvo a abrir y allí sigue ella, Sauron a partir de ahora, con los ojos abiertos, como si estuviera montando guardia en mi careto. Me dijo que era una fantasía sexual.
Perturbador es poco.
Resumiendo: cuando beses mal lo sabrás por la falta de flow, pero muchas veces será cosa de los dos.
¿Cómo aprender a besar?
Pues besando, obviamente.
Leyendo artículos no vas a aprender a besar, te lo aseguro. Esta información te puede poner -y muy bien, he de decir- sobre la pista, pero no te va a dar un ósculo, ya te gustaría.
Viendo “Leyendas de pasión” una y otra vez tampoco.
Tendrás que besar, tendrás que conocer mujeres reales para aprender. ¿Y donde puedes conocer a todas las mujeres reales que quieras? Exacto. En Follamigos.com.
Ya hablaremos de eso más adelante.
Anatomía de un beso: los mejores trucos para besar bien
Los mejores trucos para besar bien no son trucos, en realidad. Es sentido común. Así que para darle una aire de respetabilidad a este apartado, vamos a diseccionar el momento de dar un beso.
1. Preparación y reconocimiento
En el póker, la mayoría de errores son pre-flop. Con los besos pasa lo mismo. La fase de preparación dura desde antes de salir de tu casa hasta el momento de aproximarte a sus labios.
El caso es que tu aliento tiene que oler como si la mismísima primavera se hubiera cepillado los dientes. Es recomendable llevar siempre chicles de menta o similar por si hay probabilidades de beso que no te esperas.
El reconocimiento consiste en esperar al momento adecuado y reconocerlo. Tampoco te obsesiones. Deja de pensar en el beso y cuando sea el momento, ya sólo existirá ese beso.
Recuerda lo siguiente: dar un beso muy pronto, te garantiza una cobra; muy tarde, también resta posibilidades de éxito.
Tienes que reconocer el momento justo, el momento adecuado.
2. Fase de aproximación
Muy delicada.En esta fase pueden pasar dos cosas:
A) No se mueve ni un milímetro hacia atrás, entreabre los labios y se inclina para besarte a ti también.
B) Se retrae y pone cara de tener un ciempiés trepando por su brazo.
La B solo te pasará si no preguntas, lo cual, si lo piensas, es una falta de respeto. Y preguntar siempre es bueno. Te da un toque extra de ternura si dices algo del tipo: “me están entrando unas ganas horribles de besarte, ¿puedo?”
3. Resolución
Esta es la fase del beso en sí mismo, cuando los dos labios se juntan y empiezan una pequeña gran revolución en nuestro organismo. Empezamos a segregar sustancias que nos ponen como motos: dopamina, oxitocina, serotonina…
¿Sabías que mueves más de cien músculos cuando te besas?
Lo importante en esta fase es seguir el ritmo de la marea. Imagina que el beso es como las olas del mar. Los labios van y vienen a un ritmo. Pues bien, ese ritmo vendrá dado de antemano, por la situación.
¿Estáis en un ascensor con unas ganas tremendas de follar y todavía tiene que subir once pisos? Cómele la boca, recolecta su saliva con tus labios.
¿Estás despidiéndote de la primera cita con una catequista del Opus? Suerte si te deja darle un beso de esquimal. Si por alguna extraña razón la quieres volver a ver, no le metas la lengua.
En general, la forma de dar un buen beso es ir despacio al principio e ir acelerando la cosa, si la situación lo requiere. Todo lo demás es puro relleno.
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